¿Es posible mirar al futuro y sostener la operación actual? ¡Innovación! ¡Piensa fuera de la caja! ¡Tengamos alternativas novedosas!
¿Cuántas veces, ante alguna situación diferente, hemos escuchado estas expresiones? Estoy seguro de que, en muchas ocasiones, ya sea por la urgencia de responder a una nueva circunstancia, por sentir que nuestro negocio está amenazado por nuevos jugadores o simplemente porque las cosas no van como se tenía estimado. Pero las organizaciones, ¿se han preocupado por entrenar a sus colaboradores para tener un modelo de pensamiento que les permita pensar diferente de manera sistémica, y que esto a su vez permita generar opciones nuevas y de manera consistente, liberando las posibilidades ante una situación? La creatividad y la innovación son procesos que pueden ser entrenados y fortalecidos y que son parte de las habilidades profesionales requeridas para el 2021, las referenciadas en muchos sitios como las 4C, que son: Colaboración, Creatividad, Comunicación y pensamiento Crítico.
Este es un tema fundamental para mantener a las organizaciones vigentes y debe de ser un esfuerzo estratégico que permita la adaptación, evolución y flexibilidad de las organizaciones. En los capítulos anteriores se presentó un proceso que permite organizar las reflexiones generadas en la organización para analizar hacia dónde se quiere ir, las brechas existentes, identificar las necesidades y comportamientos de los clientes, los problemas que están enfrentando y la posible ruta de hitos para alcanzar la visión expresada. En este capítulo intentaré mostrar la importancia de sistematizar la innovación en la organización (o en las personas), y asociar el proceso al propósito de la organización y entender los beneficios que generará.
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