Gran parte de la resiliencia de una empresa depende de su capacidad de tomar decisiones de manera oportuna y confiables, por lo que las empresas familiares deben desarrollar una estructura de gobierno que les permita identificar, gestionar y generar información contable sobre posibles amenazas que pueden afectar a la empresa. Para lograr esto, es necesario contar con un modelo de gobierno corporativo sólido y en práctica que permita minimizar riesgos y aumentar la generación de valor.
Dentro del proceso de institucionalización, la empresa familiar debe definir e implementar del modelo de negocio corporativo con el que operara la empresa, lo cual es fundamental para brindar independencia al negocio de la propia familia, separando las decisiones que competen a cada entidad (empresa- familia) respecto a temas estratégicos y de gestión del negocio versus aquellos que son familiares.
Para la definición e implementación del modelo de gobierno corporativo es necesario que se definan los siguientes elementos:
· Estructura de gobierno: aquí se deberán definir con claridad los órganos de gobierno que requiere la organización y el equipo directivo que requiere los apoye para definir e implementar el rumbo estratégico de la organización, vigilar la operación, y aprobar la gestión de la sociedad, así como las líneas de reporte entre los órganos de gobierno y la administración.
· Lineamientos de operación: este documento permitirá establecer las reglas que definan las integraciones y las responsabilidades de cada órgano de gobierno, así como los deberes de los miembros y el funcionamiento y la dinámica para que puedan ser efectivas sus sesiones.
· Plan de trabajo: esta herramienta ayudara para que los órganos de gobierno puedan organizar su operación a lo largo de un año o un ejercicio fiscal, calendarizando las sesiones, temas a entender en cada sesión y la información necesaria que se requiriera.
La institucionalización es un proceso gradual, por lo que se recomienda empezar con un modelo evolutivo. El modelo evolutivo busca generar una visión estratégica que lleve a la empresa al crecimiento que busca, a un ritmo retador pero adecuado a sus capacidades. Los modelos evolutivos consideran varias etapas, pudiendo tener en un inicio incluso un Comité que sea más operativo y posteriormente un Consejo Consultivo, el cual solo tenga la facultad de emitir recomendaciones al administrador único si es que se está en ese caso.
Posteriormente y conforme a la madurez de la empresa, convertirse en el Consejo de Administración encargado de la administración y vigilancia hasta crear órganos intermediarios que los apoyen en sus funciones, cuando la empresa se haya desarrollado más en sus prácticas de negocio y crecido en el tiempo siempre basado en las necesidades de la organización.
El establecimiento de un modelo de gobierno no representa la solución completa, sin embargo, funciona como una base para ir construyendo una organización resiliente. Por consiguiente, los órganos de gobierno al ser responsables de establecer el rumbo estratégico y de vigilar la operación de la empresa, deben asegurarse que la empresa cuente con los pilares necesarios para poder actuar de la mejor manera.
Entre dichos pilares se encuentran los siguientes:
· Estrategia
· Vigilancia
· Rendición de cuentas
· Procesos y modelo operativo
· Recursos financieros y no financieros
Una vez que la empresa tenga desarrollados los pilares mencionados anteriormente, podrá empezar a desarrollar capacidades de mejor manera y de resiliencia, ya que ahora tendrá los elementos necesarios para continuar su operación, generar información contable y tomar decisiones de manera más efectiva.
Conclusión
Uno de los problemas de las empresas familiares es que sus retos en conjunto pueden sobrepasar la capacidad de gestión de las mismas, orillándolas a vivir solo en el presente y limitadas tener una visión solo en el presente y limitando a tener una visión a corto plazo, que las obligue a dar una respuesta reactiva a aquellas situaciones que les representen un cambio repentino dentro del del mercado.
Si algo es seguro, es el cambio, por lo que es importante saber cómo ser flexibles e irse adaptando a las circunstancias, lo cual representa tener buenas decisiones segura y oportuna, así como la infraestructura de capital y humana que pueda sostener a la empresa en tiempos difíciles.
Un elemento importante es el entender claramente que segmento del mercado y de nuestro sistema de valor se verá afectado con los diferentes cambios y que potenciales mercados se podrán abrir o expandir. Tomando en cuenta estas variables, las empresas podrían responder preguntas relevantes como: ¿Cuáles son estas nuevas condiciones?, ¿Me podrían afectar?, ¿Cómo me podrían afectar?, ¿Cómo puedo aprovechar estas nuevas condiciones? ¿Mis competidores están tomando ventaja? Una vez que las empresas identifican y analizan las tendencias de cambio utilizando estas preguntas pueden decidir cómo actuar ante estas, apegándose a la planeación estratégica o modificándola de acuerdo a lo que ha decidido hacer.
· Una manera altamente efectiva de responder de manera proactiva es planeando a través de 3 dimensiones:
· Prioridades: identificar cuales áreas funcionales son más relevantes para el negocio durante los cambios que se están presentando o durante una amenaza o crisis.
· Marco de tiempo: seleccionar los plazos de tiempo en donde se realizarán las siguientes acciones para cada una de las prioridades definidas:
- Responder: preparar y priorizar la continuidad del negocio
- Prosperar: aprender sobre la situación y sobreponerse ante esta
- Recuperar: prepararse para adaptarse a las nuevas condiciones de mercado
Rendición de cuentas: establecer responsables para la ejecución y gestión de lo definido anteriormente. Estos responsables deben ser los encargados de las áreas o funciones prioritarias definidas anteriormente.
Las empresas deben pensar críticamente como pueden convertirse en organizaciones verdaderamente orientadas a la comprensión de los mercados, permitiéndoles identificar y buscar el crecimiento de manera más efectiva ante las oportunidades. Por ello las empresas deben tener cierto grado de institucionalización que les permita implementar de mejor manera estas prácticas. No todas las empresas tienen el mismo grado de institucionalización, ni este es un proceso que se logre completar en algún momento, este debe ser visto como un proceso de evaluación periódica y mejora continua, considerando el entorno y las capacidades de cada entidad.
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